Susana Rinaldi, libre: Un viaje al alma de una tanguera indomable

La directora Isabel Marcenaro y el guionista Alex Ollivier cuentan los secretos detrás de su aclamado documental. Desde la inspiración inicial hasta la cuidadosa selección de tangos que dialogan con la vida de la protagonista.


Cómo nació la chispa que encendió la historia de Susana Ronaldi, libre? ¿Cuál fue el desafío más grande en el camino de plasmar el guión? ¿Qué perspectivas moldearon la concepción? ¿De qué manera lograron que la esencia del material resonara tan profundamente en el público? ¿Son los tangos seleccionados meros acompañamientos o portan un mensaje oculto a la vida de Susana? ¿Cuánto tiempo demandó la gestación de esta conmovedora obra? Estas fueron algunas de las preguntas que se desarrollaron en una reciente entrevista exclusiva de Espectarama con Isabel Marcenaro y Alex Ollivier sobre su más reciente trabajo, el cual fue presentado en el Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI).

La inspiración para narrar la vida de Susana Rinaldi, según explicó Ollivier, surgió de un profundo interés por dejar plasmado un registro que recopile la vida de la protagonista resaltado por la característica marca personal de ambas manos detrás de cámaras, la directora y él. El guionista detalló cómo su conocimiento personal, ya que lleva más de 30 años de amistad con la estrella de este documental, y el gusto por los tangos más destacados e interpretados por ella impulsaron las ganas de plasmar más a fondo su trayectoria.

En cuanto al mayor desafío en la escritura del guión, Alex señaló la complejidad de encontrar material principalmente a nivel nacional, esto se debe a distintos incidentes que sufrieron las diversas instituciones que guardaban dichos materiales. "No hagamos un documental clásico de ‘nació en tal fecha’, no, hilvanemos la historia a través de los tangos que ella cantó. Entonces, yo diría dos cosas: por un lado teníamos muchísimo material pero nos faltaba mucho otro y lo fuimos encontrando de a poco. Y el otro fue toda la organización ‘legal’ y todo lo que tiene que ver con Susana, fue más de un año de trabajo", afirmó.



La influencia que nutrió el guión fue plenamente el corazón según menciona el escritor. Destaca ser muy amigo de la familia, la existencia de muchísimo cariño mutuo y las ganas de querer mostrar una cara de Rinaldi más allá de lo público. “No tengo más inspiración que lograr que se vea no la Susana que en general conocemos sino la verdadera persona. Yo conocía otra Susana, fuera de todo estrellato y eso quería que se transmitiera”, cuenta.

El impacto emocional que la película ha generado en el público, según la perspectiva de la directora, radica en la magia de la edición. Marcenaro enfatizó en la utilización de los tangos que ilustran la idea de cada capítulo a lo largo del documental, permitiendole mostrar lo que a ella la emociona a través de la pantalla.

Sobre la elección de los tangos, Isabel explicó que cada pieza fue seleccionada cuidadosamente no sólo por su valor artístico y su conexión con la vida de Rinaldi sino, también, por el mensaje que transmiten. "Yo quería contar elementos de su vida pero no contarlos literalmente, solo con las charlas que tuve. Por eso, hay una parte que se cuenta con las charlas y hay una parte que se cuenta con los tangos", añadió.

Finalmente, la cineasta reveló que el trabajo que se presentó, Susana Rinaldi, libre, fue un proceso largo que se extendió por varios años. Desde la idea inicial y la escritura del guión hasta la recopilación y selección de todo el material obtenido. Cada etapa demandó dedicación y un profundo compromiso con la historia que querían contar. El resultado, una película documental conmovedora llena de música, pasión y que muestra el talento de grandes artistas. 


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